¿Donde estoy?



Este es el diario de campaña de una mesa de rol, de
Swords & Wizardry: Whitebox, un retroclón de la edición original de Dungeons & Dragons (OD&D). En estas páginas se registran los avances, andanzas, y traspiés de los muchos aventureros que buscan hacerse un nombre y ganar fama y fortunas saqueando el mundo subterraneo y explorando las tierras salvajes, luchando contra monstruos fantásticos y batallando contra magos y guerreros, con espada y hechizo.

22.5.12

9ª Sesión

El grupo inició la sesión en la fortaleza de Nortumbria. Decidieron viajar a Malistair para venderle las armas conseguidas en la Tumba de Turizhas Bôr a Fodoren El Rojo, el líder de una aparente red de matones y otros caminantes del mundo ilegal, según el trato que habían arreglado tiempo atrás. Yakon también quería ofrecerle a Adriaxas el mago el veneno de araña que había conseguido en la última incursión con esperanzas de conseguir que éste le refine un veneno o un contraveneno para su uso, además de continuar sus estudios en el nuevo idioma que estaba aprendiendo.

Una vez en la ciudad, mientras resolvían sus varios asuntos, la clériga se encontró con Candor, el clérigo hermano de la fe que habían encontrado tiempo atrás en Nortumbria, y les había intercambiado la posición de un complejo subterráneo por otro que él estaba buscando (información que los llevó hasta la colonia enana de Melzohar, a la cual no pudieron ingresar). Allí, Almandía le reprochó a Candor que el lugar no era un complejo abandonado esperando ser saqueado y limpiado del toque corrupto del caos, sino un activo (y hermético) asentamiento enano. A esto Candor le aclaró que si llegaron a las montañas, es que fueron demasiado al norte, y que el lugar que él les había indicado estaba más al sur. La clériga se disculpó por su vehemencia, y prometió verse con él unos días después en la catedral de la ciudad.

Esa misma noche fueron también contactados por uno de los hombres de el Rojo, diciéndoles que éste tenía un trabajo para ellos. La cuestión era simple: debían encontrar a un tal Gerion, un elfo, de aspecto parecido a Fodoren (cabello rojo, piel pálida), en un lugar en el que se había ocultado luego de robarle un pergamino con una canción y un medallón de gran valor sentimental al mismísimo Fodoren. Les dijo también que este elfo era un ladrón, un traidor, y un mentiroso, y que había logrado arrastrar en su maraña de mentiras a algunos de los hombres de Fodoren. Además, les advirtió de que haría y diría lo que sea para escapar y salvar su pellejo. Las dudas de Yakon fueron rápidamente disipadas cuando el hombre aclaró que se les pagaría bien. El hombre también dijo con cierto dejo de sarcasmo que la clériga podría impartir su "santa justicia" a un ladrón traidor. Cuando los aventureros pidieron un tiempo para pensarlo, el hombre de el Rojo dio a entender que "no podían" rechazar el trabajo, y que debían realizarlo, como mucho, en un mes. Antes de retirarse, les otorgó la localización del lugar en el que se había guarecido, el cual resultó estar al norte de la villa de Branson y al sur de Melzohar, al parecer coincidiendo con el lugar que Candor les había indicado hacía tiempo (y que habían confundido con la colonia enana en un primer lugar).

Con el trabajo medio impuesto sobre los hombros, y bastante discusión acerca de si debían hacer o no algo que no habían elegido por cuenta propia, los aventureros partieron hacia Nortumbria para buscar a Rochabart, Roco, y Daelir, quienes se recuperaban del estupor del veneno de araña. El viaje no tuvo muchos eventos, aunque la noche anterior de partir escucharon el El Grifo Gris, una pudiente taverna del barrio de los mercaderes y artesanos, que habían habido varios ataques a caravanas en el camino entre Puickston y Nortumbria, y entre Pasosur y Malistair. En Puickston las noticias también se repetían. El viaje no tuvo ningún evento notable, y unos días después terminaron yendo hacia Branson atravesando los bosques elevados, para descansar una noche y luego encontrar el lugar que buscaban.

Comenzaron a explorarlo, matando a un ogro (que parecía custodiar y cobrar peaje en la entrada del lugar), y a dos viudas negras gigantes. Encontraron unas 1000 piezas de plata y unas 100 de oro, además de un martillo con punta de plata y trabajos en oro. Filimir, el mercenario de las dagas, murió por el veneno de las arañas. Partieron hacia Branson y pasaron allí una noche, recuperándose de la incursión.

Con la experiencia acumulada, Óudenin y Yakon subieron al segundo nivel. A Almandía le falta menos de un tercio de los puntos necesarios para pasar de nivel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario